Por: Manuela Martínez @manuela_martinez99
No es un desconocimiento que los deportistas colombianos son una gran gloria, en todas las modalidades y deportes destacan; más en el último tiempo, que han traído bastantes preseas y reconocimientos a nuestro país, muy bonito y como un cuento de hadas, pero ¡hasta ahí!
Hoy no discutiremos sobre los “apoyos” que dan las instituciones del gobierno, los primeros entes que salen a “sacar pecho” como si ellos hubieran obtenido el reconocimiento; hoy hablaremos de lo que usted y yo hemos hecho, ¿se han dado cuenta la cantidad de veces que se ha descategorizado un deportista?
Lo esencial es lo que hay detrás de un título, de una medalla, un trofeo… Sí, es una persona con una profesión deportiva, profesión que muchas veces es más complicada de lo que puede parecer, porque no es correr tras un balón, ni dar pedal en una loma, es el sacrificio diario, estar sujeto a lesiones, que la suerte no corra siempre del mismo lado; y tras del hecho, estar bajo el ojo crítico de miles de comentadores deportivos que se creen entrenadores, o del colombiano del común que afirma de forma despectiva: “ese ya no sirvió”.
Nairo Quintana, Mariana Pajón, James Rodríguez, Radamel Falcao, Rigoberto Urán, Juan Pablo Montoya, Cecilia Baena más conocida como “La Chechi Baena” y una interminable lista de deportistas colombianos, han estado en el ojo del huracán, bajo ese espécimen que creen saberlo todo, y que están al acecho del más mínimo error para predecir su futuro deportivo.
Son muchos los artículos que se encuentran donde se habla del deporte colombiano, de las medallas que se recogen en las olimpiadas y mundiales, algunos otros documentan la vida de los deportistas, que en su mayoría se ha formado “con las uñas” y de la mano de la familia o algunos personajes que han visto un talento en ellos; por otra parte están aquellos que hablan de la falta de apoyo del gobierno, con enunciados como: “ El deporte en Colombia: una industria desaprovechada” artículo de la Universidad del Externado, desarrollado mancomunadamente con la experticia de Rafael Villegas, famoso periodista del medio, que cuenta con 40 años de trayectoria.
Pero ¿usted ha visto artículos o noticias que hablen sobre el otro lado de la medalla?
De lo que realmente corresponde al ser, será que el título de deportista compromete a una persona a estar directamente en el ojo crítico de todo el mundo, y en la mayoría, pero peor de los casos, personajes sin nada de experiencia en el tema que “reflexionan” de manera destructiva.
Esta columna es más que todo una invitación a que usted razone, que se ponga en los zapatos de ese deportista (de cualquier rama) que hoy no ganó, que hoy no anotó un gol, que hoy no tiene una medalla para traer a Colombia; porque como retumban dichos por ahí “se está en las buenas y en las malas”, no sea uno más que comparte el pensamiento “ese ya no sirvió”, recuerde que antes que cualquier título hay un humano, que siente y que no bastante con la presión psicológica que carga por hacer su trabajo bien, por saber que ha entrenado tan arduamente para llegar a una meta y hacer sentir orgullosos a todo un país, hay alguien que siente y tiene ahora la crítica de mil expertos y entrenadores, tal vez que como usted que ha ganado las olimpiadas para augurar con importancia el futuro deportivo de alguien.
[…] Al otro lado de la medalla […]