Por: Camila Molina @camila.molinag

Cada día la sociedad se reinventa, ahora más con la pandemia que se está viviendo en el año presente, entre tanto reinvento se regresa al pasado y con ello una nueva forma de disfrutar del cine, una nueva normalidad que nos regresa a los años 70s y nos trae consigo una nueva experiencia para los jóvenes y un recuerdo a los adultos.


Cortesía: Diario el país Cali y Q, hubo Cali.

Estamos hablando de los autocines; esos que se hicieron populares en Colombia en la década de 1970, cuando el primer espacio cinematográfico de autos fue inaugurado en Cali hace 48 años con una pantalla que medía 448 metros cuadrados y una capacidad para 380 carros.

Estos espacios de ocio duraron en funcionamiento más de 20 años y ese primer lugar dio su último adiós el 12 de febrero de 1992. Hasta este año 2020 debido a la crisis sanitaria por la que el país ha venido pasando estos últimos cinco meses, muchos lugares de entretenimiento han tenido que cerrar, el gobierno buscó una forma de equilibrar la balanza entre salud y economía; por lo tanto, los autocines volvieron a abrirse y con ello traen recuerdos y una nueva normalidad.

El penúltimo sábado de agosto se dio apertura a tres de estos, en las ciudades de Medellín, Cali y Chía. Este sábado 5 de septiembre Cine Colombia realizo la inauguración del primer autocine en Bogotá en el Centro Comercial Unicentro, con una capacidad de 120 autos. En lo que resta del mes de septiembre se espera la apertura de varios autocinemas en el resto del país.

Bajo estrictos protocolos de bioseguridad, pueden asistir, a estas funciones máximo cuatro personas por vehículo. Las boletas se adquieren con anterioridad en las páginas tuboleta.com o en autocine.com. Podrás encontrar películas como Jumaji, Boodshot, Bad boys, entre otras y el costo de las entradas varía dependiendo del lugar.

Ingresar es toda una experiencia entre tomar la temperatura, aplicar alcohol, tomar datos y esperar a que ingresen todos los carros; claro muy diferente a las vivencias en años anteriores, cuando se podían salir del carro, acostarse en el césped y ver la función desde ahí. Ahora debemos quedarnos en el auto; cada carro tiene una distancia aproximada de dos metros y si necesita ir al baño o pedir comida debe encender las direccionales y con gusto los trabajadores irán a ayudarle y guiarlo.

Es una experiencia imperdible: desde el auto se ve muy bien, el sonido es trasmitido a una frecuencia accesible desde la radio de los vehículos, hay más intimidad, todo esto nos ayuda a entretenernos en tiempos de covid. Si al final escuchas muchos pitazos, no te asustes es la mejor forma de agradecerle al personal por sus servicios y regalarnos esta vivencia.

Por Spot

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